sábado, junio 07, 2008

El Estado y el adiestramiento nacional.

“ El análisis de Leval es que las clases económicas son producto de la relación con las clases políticas, son estas últimas las que privilegian, benefician o perjudican debido a su control en última instancia sobre la administración de recursos de un territorio. La relación de las clases de élite con el Estado, es una relación de beneficio, puesto que el Estado expolia a los ciudadanos comunes (campesinos, trabajadores, clases medias), el mismo luego vende las riquezas expoliadas a sectores cercanos o afines, resultando para las élites una inversión cómoda la labor del Estado, por ejemplo contratistas bélicos o impone servicios públicos donde asegura ingresos a contratistas privados de su preferencia, o impone restricciones comerciales que perjudican la economía de las clases productivas en general y benefician sólo a empresarios cercanos al poder.”

Fuente Wikipedia org.

El día de ayer observé como jóvenes estudiantes de la salud, marchaban por el principal paseo peatonal de Santiago –ese que tiene unas columnas de metal oxidado-. Protestando por la Ley General de Educación. A mí parecer, todos podríamos solicitar algún beneficio de nuestro padre político; no obstante, ¿hasta dónde uno puede solicitar ayuda? Pregunto esto mismo, sin salirme del párrafo, ya que luego que el grupo de estudiantes pasó, un par de mujeres indignadas se comentaban el descaro de “estos cabros”, dado que al final ellas tendrían que costear sus estudios, con sus trabajos.

Según la observación, de más arriba, no están tan lejos de la verdad. El circulante interno es el que se distribuye y pasa de manos a otras manos haciendo caminar esta historia. Sin embargo, nuestro padre político no puede dar sin que se le retribuya, perpetuamente. La simbiosis es, de por sí, intrínseca y los educandos del futuro tiene que entenderlo, sopesarlo y trabajar por que existan tantos mecanismos como sea posible para nutrir al Padre gubernamental, de todos nosotros.

Sin lugar a dudas, que las clases dirigentes nuestras y las sociedades de la cúpula no deben perder su calidad ya que ¿con qué calidad social nos enfrentaríamos entre naciones, continentes y esferas? Pero, si comenzáramos a adiestrarnos en el orden de las cosas y consiguiéramos seres evolucionados para entregar al Padre Político un desarrollo vertiginoso, dejaríamos a nuestros domos sociales en un orden diferente al que están acostumbrados. Siendo aquello subsanado si es que, en algún momento, se incrusta en la base nuevos conos para edificar el gran cimiento.

La idea es que: no nos expolien de la forma como indica la información que emana de la mayor y más accesible biblioteca que el mundo conozca; que las élites nacionales utilicen su poder y obliguen a que en la Politosfera se ordenen y generen una estructura educacional capaz de provocar un efecto reconstructivo del mermado caos en el adiestramiento de los conciudadanos destinados a la labor, los cuales son presa fácil de toda la agresividad hasta hoy configurada. Siendo, a la vez, neófitos en el proceder de las inversiones de sus propios recursos.

Héctor Samuel Quijada Olguín.

Chileprimerista

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